
El pasado miércoles, a la salida de un centro educativo en Mao, dos adolescentes se pelearon y una de ellas salió herida en el rostro.
Desde el jueves en la tarde y hasta el sábado último, una menor de la provincia Valverde estuvo privada de libertad en un centro de reclusión junto a un grupo de adultas, a pesar de sólo tener 14 años.
“Por requerimiento de Ana Marrero, fiscal de menores la tenían recluida en un centro preventivo para mujeres. Un policía, por cuidado, no la quiso poner junto a las demás, pero se vio obligado porque la fiscal decía que esa presa es de la fiscalía, no de la policía, y debían trancarla junta porque si ella tuvo la capacidad de herir a una persona, tenía que tener la capacidad de enfrentar los cargos que posteriormente vienen, y si ahí es que hay espacios, ahí es donde deben de ponerla”, explica su abogado, Henry Guzmán.
Más tarde, sus representantes dicen que la menor fue trasladada a la 11va compañía donde tienen otro centro de reclusión, pero para varones, la tienen ahí, pero aparte. Desde ahí deciden llevarla al cruce de Esperanza, el centro que le correspondía.
Y más adelante, y por nueva vez, la fiscal Marrero vuelve y la traslada a la inspectoría de Esperanza, otro centro preventivo para adultos, un alguacil hizo la comprobación de lugar fechada el pasado viernes 16.
“A raíz de nuestros reclamos la volvieron a poner en el centro de menores bajo la amenaza de que si volvían a emitir algún otro comentario a los medios, la menor volvía a Hatico donde están las mujeres privadas de libertad”, explica Guzmán